En mi casa llueve de noche. No llueve siempre ni siempre es de noche, pero hoy, ahora, en este mismísimo momento universal es de noche y llueve. Como si alguien hubiera apretado en botón "lluvia" junto con el botón "noche" y el resultado es asomarse a la infinita negrura y sentir esos millones de lagrimas de cielo acariciando tu cara. Aplausos al encargado de apretar botones. Aplausos. Capo.
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