1 feb 2014

Todos los días sueño que me voy a morir de impaciencia y me despierto en otro cuerpo. Es ahí cuando me sorprende la facilidad con que las realidades suceden al mismo tiempo. 
Cada madrugada te pregunto lo mismo: Si se me olvida dónde terminan mis pies y cómo me llamo ¿Todavía voy a querer?
No es un secreto que somos cuando queremos, pero nunca no somos aunque queramos.  

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